El problema Principal:

Bien, hasta el capítulo anterior os he facilitado tres fórmulas para solucionar algunos puntuales asuntos de la vida nuestra de cada día, se que muchísimos de vosotros estáis esperando el tema dedicado al amor, pero antes creo que es necesario reflexionar sobre un aspecto de cada uno de nosotros, así que permitidme dedicar este capítulo a “la verdad” que existe en cada uno de los seres, esto es intrínsicamente necesario para ir comprendiendo por que suelen suceder la mayoría de las cosas en nuestras vidas.

Desde en nacimiento se nos han inculcado en nuestro subconsciente una serie de valores, de los cuales aún no vamos a hablar por ahora, pero hay uno que se omite y que debería ser el primero de todos, el conocerse perfectamente a si mismo y ser igualmente leal a si mismo/a.

Lo que ocurre en nuestras vidas está determinado por nuestra manera de pensar, sentir y actuar. En nuestro interior tenemos un potencial extremadamente grande que es el que a la larga materializa cada una de las situaciones y experiencias que a lo largo de nuestra existencia nos encontramos. Pero este potencial se rige por una regla que llamaremos de oro, sencilla y concreta y que nunca falla: “… si soy consciente de lo que quiero y además se que es justo y además hago algo para obtenerlo …” realmente el propósito se materializa. Pero por el contrario si tan solo uno de los tres conceptos indicados no se cumple podéis estar seguros que el deseo no se materializará, o bien llegará muy tardíamente e incompleto.

Tenemos una mente muy compleja, y además llena de dudas generalmente procedentes de una enseñanza inadecuada, esto nos hace vulnerables, no libres y dependientes de los demás y de las circunstancias. Cuando la regla de oro descrita anteriormente queda rota en alguno de sus tres eslabones la energía creadora de la que disponemos ya no circula debidamente en la dirección correcta y se pierde en otros destinos.

Si quieres ser una persona de éxito, alguien feliz, lo primero que debes hacer es conocerte a ti mismo/a, o sea conocer exactamente lo que quieres, saber que lo que deseas es justo y luego crear una acción adecuada para obtenerlo.

¿Por qué los 3 principios? Veamos unos pequeños ejemplos: si piensas que quieres amar y ser amado/a y a la vez piensas que tu eres una persona que se considera libre aparece una incongruencia, por que ser libre y tener una relación de amor a la vez son incompatibles por naturaleza, el amar/ser amado significa dependencia (hay que tener en cuenta como piensa la otra persona) y por lo tanto un ser libre jamás puede ser dependiente de nada. 2º, ser justo: siguiendo el mismo ejemplo anterior, es posible que tu mente quiera

auto engañarse y piense que puedes tener una relación de amor y ser libre a la vez (o sea, en otras palabras que cuando convenga podrás hacer lo que quieras) pero como habrás obtenido un compromiso con la otra persona y le habrás dicho “lo que ella necesita oír” automáticamente te haces injusto/a (o sea, tu interior sabe la verdad), y la regla se rompe. Y finalmente 3º hacer una acción para obtener el fin: si únicamente piensas pero no creas movimiento en pro de tus pensamientos y deseos tampoco nada se obtiene.

Por lo tanto hay que reflexionar mucho sobre lo que uno es, sobre lo que uno considera correcto e incorrecto, justo e injusto, y sobre lo que uno quiere obtener. Hay que estar seguro/a de que estamos en lo cierto en todo, que no hay ningún resquicio en nuestro interior que pueda hacer que aquello que “parece” que deseamos no llegue a realizarse por culpa de que no esté de acuerdo con la regla de oro (nuestro interior). Si nuestra conciencia y pensamientos se hallan en armonía con respecto a lo que se quiere tan solo se necesita realizar la acción adecuada para pronto obtener el “premio”.

Tal vez muchos de los que me estáis leyendo ha probado en alguna ocasión algún tipo de ejercicio, ritual mágico, ha hecho petición a algún Angel o ser superior o incluso tal vez ha recurrido a algún Demonio para pedir algo que quería con vehemencia, y no lo ha obtenido. No es que el ritual no haya funcionado por ser falso forzosamente, de hecho muchos de los rituales clásicos y peticiones a seres de “otras dimensiones” pueden funcionar de manera parecida a los ejercicios que yo expongo en estas páginas, pero lo que ocurre es que la energía que nosotros ponemos en acción para realizarlo simplemente falla precisamente por que es incompleta, o sea, no está de acuerdo con la regla de oro que antes he explicado.

Cuando ya estés en paz contigo mismo/a, cuando ya sepas quien eres, cuando no tengas dudas sobre lo que quieres y de su autenticidad de justicia solamente deberás poner en marcha un principio de movimiento activo en el espacio-tiempo y tu deseo se convertirá irreversiblemente en realidad.

Bien, reflexionad, ya en la próxima entrega dedicaré el capítulo al amor …..

Hasta pronto.

 

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